Miércoles 3 de Mayo, después de mi baño matutino, tomo mi billetera, mis llaves, mi celular y lo principal money, miro el reloj y siendo 15 para las 4:00pm, me dirijo a recoger a Gabrielita, una flaca a quien estoy afanado.
Al llegar toco la puerta y sale su tía, quien me dice que Gabrielita esta indispuesta pues esta con gripe y su doctor le recomendó guardar cama, sin mas preámbulo, le pedí a su tía me permitiera entrar a saludarla, ella me detuvo diciendo que esta con una gripe pero que el moquillo, y que la llame mas tarde por que ahora esta descansando, bueno suspire y tome un taxi.
Una vez en el Cine Primavera, mire las carteleras, y hoy era el estreno de Van Helsing, yo feliz pues me gustan mucho las películas de ciencia ficción, compre mi boleto, 3.50 por ser “el día del espectador”, antes de entrar a la sala 2 me dirigí al baño y guarde un poco de papel higiénico (tengo esa mala maña, para ahorrar), al salir, visualicé qué compraría para acompañar la peli´, y preguntando los precios mejor pensé en que podía comprar (que chungo soy), pedí una chicha de sol y unos chifles.
Una vez en la sala me senté en la parte central, mi mochila la puse debajo de mis piernas y disfrute la película tomando mi helada bebida y mis crocantes chifles, pero sorpresa, de pronto me voy con todo al suelo, la bendita butaca se hay roto.
Escuche algunas risas por hay, por lo que rápidamente me levante y busque otro asiento, dándome con la sorpresa de que la parte donde yo acostumbró a ocupar estaba llena y solo quedaba espacio por los costados, tragándome la cólera, tuve que ir a sentarme por los costados, caballero nomás no me quedaba otra.
Al salir de la sala, que por cierto esta vez salimos por la puerta de ingreso, mas no por la puerta de escape como se acostumbra, note que los que cuidan la entrada, estaban tan ocupados tratando de atender a la muchedumbre de cineastas (cada vez que hay estrenos, suele haber harta gente), que no se percataban de la gente, que recién salía de la sala 2, produciéndose una confusión, momento que aproveche para ir rápida y desapercibidamente a la sala 4, donde se proyectaba la película: “Mi Novia Poly” (película, que Gabrielita me suplico la llevara a ver).
Mas me lleva tal desatino, al verla a ella, si a Gabrielita, mi Gabriela de la mano de Omar, un pata pituco que vive por el golf, ella al verme se puso pálida, ella sabe que yo la afanaba y ella me daba esperanzas, tal así que ya habíamos planeado, pero decidí reaccionar, la salude, la abrase y le di un beso en la mejilla (mismo Judas), al flaco casi le salen los ojos de cólera, y pregunto enérgicamente quien era yo, ella no atinaba a decir nada, mas yo le brinde la solución, diciendo: Como no le has hablado de mi, la tía si que se va a enojar, te fui a ver para despedirme, pues me regreso a lima.
El flaco insistió y volvió a preguntar, y como Gabriela se mordía los labios, me presente como su primo, y le aconseje que regrese temprano a casa sino la tía se preocuparía y a su edad no esta para esos achaques, me despedí sonriendo.
M e dirigí a la salida, decepcionado, la tal excusa de que estaba enferma era una mentira, y ni siquiera me dijo que estaba comprometida, que mas me podía salir mal, cuando alguien me detiene del brazo diciendo que yo soy el que buscan, me quede frió y me pregunte si habían descubierto que trate de pasar desapercibido para ver otra película sin pagar, los dueños se acercaron muy serio.
Una gota bajaba por mi rostro, supongo yo de los nervios, pero al darme alcancé, los dueños se disculparon conmigo por el roche que había pasado en la sala 2 con al butaca rota, dándome un pase para que regrese cuando quiera a ver cualquier película totalmente gratis, yo solo agradecí y me retire.
Al llegar toco la puerta y sale su tía, quien me dice que Gabrielita esta indispuesta pues esta con gripe y su doctor le recomendó guardar cama, sin mas preámbulo, le pedí a su tía me permitiera entrar a saludarla, ella me detuvo diciendo que esta con una gripe pero que el moquillo, y que la llame mas tarde por que ahora esta descansando, bueno suspire y tome un taxi.
Una vez en el Cine Primavera, mire las carteleras, y hoy era el estreno de Van Helsing, yo feliz pues me gustan mucho las películas de ciencia ficción, compre mi boleto, 3.50 por ser “el día del espectador”, antes de entrar a la sala 2 me dirigí al baño y guarde un poco de papel higiénico (tengo esa mala maña, para ahorrar), al salir, visualicé qué compraría para acompañar la peli´, y preguntando los precios mejor pensé en que podía comprar (que chungo soy), pedí una chicha de sol y unos chifles.
Una vez en la sala me senté en la parte central, mi mochila la puse debajo de mis piernas y disfrute la película tomando mi helada bebida y mis crocantes chifles, pero sorpresa, de pronto me voy con todo al suelo, la bendita butaca se hay roto.
Escuche algunas risas por hay, por lo que rápidamente me levante y busque otro asiento, dándome con la sorpresa de que la parte donde yo acostumbró a ocupar estaba llena y solo quedaba espacio por los costados, tragándome la cólera, tuve que ir a sentarme por los costados, caballero nomás no me quedaba otra.
Al salir de la sala, que por cierto esta vez salimos por la puerta de ingreso, mas no por la puerta de escape como se acostumbra, note que los que cuidan la entrada, estaban tan ocupados tratando de atender a la muchedumbre de cineastas (cada vez que hay estrenos, suele haber harta gente), que no se percataban de la gente, que recién salía de la sala 2, produciéndose una confusión, momento que aproveche para ir rápida y desapercibidamente a la sala 4, donde se proyectaba la película: “Mi Novia Poly” (película, que Gabrielita me suplico la llevara a ver).
Mas me lleva tal desatino, al verla a ella, si a Gabrielita, mi Gabriela de la mano de Omar, un pata pituco que vive por el golf, ella al verme se puso pálida, ella sabe que yo la afanaba y ella me daba esperanzas, tal así que ya habíamos planeado, pero decidí reaccionar, la salude, la abrase y le di un beso en la mejilla (mismo Judas), al flaco casi le salen los ojos de cólera, y pregunto enérgicamente quien era yo, ella no atinaba a decir nada, mas yo le brinde la solución, diciendo: Como no le has hablado de mi, la tía si que se va a enojar, te fui a ver para despedirme, pues me regreso a lima.
El flaco insistió y volvió a preguntar, y como Gabriela se mordía los labios, me presente como su primo, y le aconseje que regrese temprano a casa sino la tía se preocuparía y a su edad no esta para esos achaques, me despedí sonriendo.
M e dirigí a la salida, decepcionado, la tal excusa de que estaba enferma era una mentira, y ni siquiera me dijo que estaba comprometida, que mas me podía salir mal, cuando alguien me detiene del brazo diciendo que yo soy el que buscan, me quede frió y me pregunte si habían descubierto que trate de pasar desapercibido para ver otra película sin pagar, los dueños se acercaron muy serio.
Una gota bajaba por mi rostro, supongo yo de los nervios, pero al darme alcancé, los dueños se disculparon conmigo por el roche que había pasado en la sala 2 con al butaca rota, dándome un pase para que regrese cuando quiera a ver cualquier película totalmente gratis, yo solo agradecí y me retire.
Habían sido tolerantes conmigo por que saben de antemano que soy su cliente estrella, siempre voy una vez a la semana, bueno mas bien dicho cuando hay estrenos (los jueves) y los días del espectador (martes y miércoles); en fin eso cambio en mi la mala imagen que me había formado del Cine Primavera, por aquel incidente de la butaca, que si bien es cierto este cine no tiene asientos que te ofrecen una buena comodidad, pero vale la pena asistir y disfrutar lo cual va acorde al precio que se paga por este servicio.
1 comment:
Ha caray que tal anecdota, sobrado se hace un corto de tu experiencia, pero sorry oraculo tas salao soli,......pero ahora que recuerdo mi caso es similar al tuyo, nomas que en otra escenografia, tamso en las mismas amigo, ja ja ja.
Jobert Alva Bocanegra
Ciencias de la Comunicacion
UPO
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