Dulce Tentación

Una tarde de abril después de salir de una exhaustiva clase, me dirigía como siempre a mi ciber café favorito; antes de ingresar algo llamo mi absoluta atención, con la mirada desde abajo pude apreciar unas largas y delgadas piernas, la visión era agradable así que decidí seguir observar mas, levantando la mirada, los resultados fueron gratificantes, pues observe una curvas preciosas y no tan voluptuosas, una delantera respetable y nada alarmante (es decir llamativa), y sobre el cual reposaba un hermoso cabello largo color azabache, era justamente como me lo había recetado el doctor.

Sin duda alguna levante la mirada para observarla mejor, la fémina tenía unos bellos ojos marrones, al quedarme observándola por varios segundos, no negare que me invadió el miedo, cual seria su reacción, para ser sinceros yo esperaba una cachetada mínimo ó que me castigue con el látigo de su indiferencia.

Para mi sorpresa ella solo atino a sonreír, es mas levanto la mano haciendo un gesto de saludo, yo feliz de la vida, pero mi felicidad duro muy poco, atrás mió habían dos chicas amigas intimas de la fulana me imagine, me sentí fatal, me parecía que el techo del ciber café se me venia encima al comprender que esos gestos no eran para mi, así que solo atine a voltear para ver como se alejaba de mi, al hacerlo note claramente que ella volteo y me sonrió directamente, para después volver la mirada a sus amigas que me ignoraban totalmente, pero no eran ellas las que me perturbaban.

La intriga me mataba, para quien fue esa sonrisa, volteé para ver quien estaba a mí alrededor y al ver que no había nadie, supe de inmediato que esa picara sonrisa fue para este humilde y servicial pechito, feliz volví a la realidad debido al sonido producido por el choque brusco de los dedos, me pregunte quien estaba produciendo tan molesto sonido, al observar no era otra mas que mi querida amiga Milagritos, quien con un tono sarcástico me dijo: Tranquilo, ni te ilusiones ha, yo la conozco bien, a ella le gusta coquetear con los chicos malos, pero no se los lleva a casa, además donde comen dos no pueden comer 3 y tu lo sabes bien, o que acaso cambiaste de parecer y te gusta el sanguchito (es decir de a tres, yo y la parejita, ustedes entienden).

Con el rostro hice un gesto de negación contestándole lo siguiente: Nuuuuuuuuuu!, soy introvertido pero no tanto. Ella sonriendo me dio en beso en gesto de despedida, después de corresponderle, volví a buscarla con la mirada, aún no se había ido, estaba en el paradero esperando su bus junto a sus amigas, antes de retirarme mire fijamente a aquella joven que inesperadamente me movió el piso (me gusto un resto), su hermoso cabello lacio bailaba al compás del viento.

Lastima que esa potra tenga dueño, lo digo por que no me gusta comer en plato ajeno, de todas maneras pienso que fue hermoso el momento que viví, la experiencia fue gratificante, aunque solo haya durado unos minutos, no todos los días encuentras a alguien que te sacuda las hormonas de esa manera.